
El cliente: Don Can tenía un espacio ya en funcionamiento y compró el local de al lado para ampliar sus instalaciones y poder trabajar así más cómodamente, atender mejor a sus clientes y renovar la estética.
Nuestro reto: Para nosotros lo importante era conseguir integrar la estética y funcionalidad que hacen de Don Can un punto de referencia en su ciudad, por incorporar los últimos avances veterinarios en sus servicios, conservando la identidad del espacio ya existente.
La solución: Ampliamos las instalaciones de la clínica veterinaria para incrementar sus servicios y poder así atender a más clientes. Mejoramos las instalaciones manteniendo la esencia del establecimiento. El nuevo espacio estaba destinado a la hospitalización, laboratorio y peluquería por lo que era importante que los materiales utilizados fueran lo más asépticos posibles. De este modo escogimos revestimientos cerámicos con los que jugamos para hacer un espacio más atractivo.


