Retail of the future today, o como traer el mundo de las tiendas online al mundo offline, al punto de venta físico.
La verdad es que no hace tanto tiempo desde que, aquella película futurista, de ciencia ficción llamada “Minority Report” nos dejaba a todos fascinados con reconocimientos oculares, mensajes personalizados al mirar un monitor, publicidad condicionada en función de quién miraba… Y eso que nos parecía tan lejano, ya está aquí.
Los más adelantados en tecnología para retail y sistemas de Business Intelligence (BI) conocen(mos) esta “brujería” tecnológica que permite convertir la tienda del futuro en una realidad. La métrica ya se ha convertido en un tantra, todo debe ser medido y analizado. Cámaras microscópicas ocultas en zonas estratégicas de la tienda (dentro de los maniquíes, en los escaparates, en un determinado producto…) que permiten, de manera completamente anónima, detectar rasgos faciales del consumidor para analizar datos como rango de edad o sexo.
Es el llamado video analytics y es muy útil para analizar qué tipo de consumidor tenemos y para ofrecer publicidad condicionada en función de si quien mira es un hombre o una mujer. Este sistema está teniendo gran acogida en firmas muy reconocidas de moda (aunque se utiliza en cualquier sector en realidad) de manera que, si quien mira a la cámara es un hombre de entre 25-35 años, en las pantallas, video walls o tablets cercanos se le mostrarán productos adecuados a su sexo y edad. Lo mismo ocurre si quien mira es una mujer. No hay límites, venta cruzada de productos complementarios en probadores virtuales, spots de ese mismo producto que acabamos de coger hasta publicidad personalizada, siempre y cuando hayamos aceptado previamente la política de privacidad.
Los smart phones juegan también un papel importantísimo en la tienda del futuro (en realidad, la tienda del presente). Es el llamado Radio Analytics. Sistemas de radiofrecuencia colocados en el techo la mayoría de las veces o en la entrada de la tienda, recogen la señal, nuevamente de manera anónima, del teléfono del consumidor y nos permite conocer datos iguales a los que obtendríamos en una tienda online: hasta qué sección llega un cliente, cuánto tiempo hace que nos visitó la última vez, qué secciones recorre o si su visita se convierte finalmente en venta. Este recorrido se controla en un sistema que nos da mapas de calor de la tienda en tiempo real.
Los store managers, los directores de marketing, los visual merchandisers o incluso los empleados en tienda, son los principales beneficiarios de la información que se recoge.
Otro ejemplo en la nueva tienda de Ben Sherman. A pesar de su estilo tradicional ha integrado a la perfección estos nuevos conceptosEtiquetas inteligentes, compra auto pago, probadores virtuales, datos de stock y disponibilidad, navegación y compra online en el punto de venta físico… El usuario ya no compra, el consumidor vive una experiencia online y offline envolvente en el punto de venta que se convierte en un nuevo comportamiento de compra.